Una vida dedicada a la educación de los más peques.

Este curso cumple 25 años nuestra escuela. Teníamos un montón de ideas para celebrarlo, muchas ganas de mostraros la trayectoria desde que abrimos, ver a antiguos alumnos y sus familias… Celebrar y disfrutar este aniversario de una manera especial.

Las circunstancias han hecho que no podamos celebrarlo, sin embargo, no nos ha quitado la ilusión.

Esto me hace mirar atrás y repasar el camino andado de nuestra escuela , cuando en 1995 Charo y yo con mucha ilusión empezamos esta aventura.  Entonces ejercíamos de maestras, educadoras, cocineras, pintoras y un largo etc. Hasta hemos bailado encima de un andamio pintando los techos que entonces eran muy altos.

Han pasado muchos años, muchas familias, muchos niños, pero la ilusión continúa con nosotras, las ganas de aprender, de mejorar, de hacer que cada familia esté satisfecha y, sobre todo, que todos los niños sean felices en nuestro cole, esa ilusión continúa.

Cuando Charo y yo nos decimos una a la otra: “he pensado”…, la otra escucha, nos miramos y nos reímos porque sabemos que nace una nueva idea, un nuevo proyecto y ya estamos “manos a la obra”.

Con el tiempo creces como persona y como profesional, maduras, aprendes y cada vez haces la escuela más tuya.

Ahora mismo trabajamos con nuestro propio proyecto, gracias a un equipo motivado e implicado que funciona aprovechando las fortalezas de cada una y complementa las debilidades de

las demás y entre todas somos ese equipo que funciona, en el que combinamos juventud y madurez, experiencia y frescura. Pero además somos una pequeña familia, hemos llorado y reído juntas. No me voy a olvidar de las cocineras que tan bien nos cuidan y ese olorcito que sale de la cocina…GRACIAS EQUIPO

Y tienes un mal día y cuando llegas a trabajar después de unas sonrisas, varios abrazos y algún te quiero de los niños, el día se hace más llevadero. No existe otro trabajo donde te reciban con tanto amor.

Y sigo mirando atrás y veo que la elección de trabajar en un Centro de Educación Infantil fue una de las mejores de mi vida.

Solo puedo decir que si perdiera la ilusión no podría seguir, pero no es así y espero tener esa ilusión mucho tiempo.

Para acabar quiero dar las gracias a la mejor compañera de aventura que podía tener pues sin ella no hubiera sido igual ni posible: gracias Charo.

María Castells